Conviértenos, Señor
3,50€
Se habla del pecado como una cosa pasada, obsoleta, como una cosa absurda o como si fuera la cosa más inocente del mundo; cosas de viejitos, cuentos para niños.
Vivimos junto a él durante años y años, tranquilamente, sin miedo alguno. Somos así de inconscientes: tenemos miedo a mil estupideces pero no tenemos miedo a lo que de verdad hay que temer. Opino que hoy en día es necesario alzar la voz y «clamar a voz en grito para denunciar al pueblo sus delitos». No nos podemos callar el delito de haber olvidado a Dios, o de haberlo relegado al último lugar entre las propias preocupaciones.
Es muy necesario, repetir hasta la saciedad, intentar hacer comprender esa verdad tan reiterada en la Biblia, que hoy han borrado, que es que el pecado no solamente existe y es real, sino que el pecado es muerte.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.